Todas las criaturas, desde el nacimiento, tienen derecho a una educación respetuosa, cuidada, sana, cálida, libre, feliz y digna; ser protagonistas de su desarrollo en una relación armónica con sus iguales y con el patrimonio común de la humanidad. Exigimos políticas de Primera Infancia, sociales y públicas, una etapa de educación infantil inclusiva, con identidad propia; reconocimiento de la ciudadanía de los niñ@s y que las administraciones y la sociedad civil garanticen estos derechos básicos
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lunes, 17 de mayo de 2010
ABIERTA MATRICULA ESCUELA DE VERANO 2010
Acción Educativa vuelve a organizar la 35 Escuela de Verano. Cómo muchos de vosotros ya sabéis y conocéis, la Escuela de Verano es un encuentro y un espacio de formación y de reflexión sobre la práctica educativa. Para mayor información de los cursos acceder a este enlace:
sábado, 15 de mayo de 2010
Tarjeta roja contra los maltratadores de la Pequeña Infancia
En estos últimos meses estamos oyendo hablar y mucho de situaciones de malos tratos físicos, verbales y vejaciones en determinadas escuelas infantiles. Las escuelas infantiles son centros educativos destinados a niños de cero a tres años. Estamos hablando pues, de niños pequeños indefensos y vulnerables ante ataques de adultos sin escrúpulos.
No son casos aislados. Empiezan a observarse unos patrones comunes. Se producen en momentos “delicados y sensibles” como es la comida. Sabemos que los niños y niñas lloran cuando tienen hambre y no pueden esperar. A veces eso no sucede así y no quieren comer a la hora marcada. Son muchos para pocas personas y manos. Situaciones en las que los niños manifiestan su desagrado ante los platos, bien porque no les gusta o porque la temperatura de los alimentos no es la adecuada o por falta de apetito o por la burda presentación de los alimentos.
Es en estos momentos cuando se producen las situaciones de malos tratos físicos, verbales y vejaciones. Se les obliga a comer en contra de su voluntad; si se produce un vómito se les obliga a tragárselo o bien se tapa la boca para evitar que se derrame en el plato. Se les tapa la nariz para obligarles a abrir la boca, se les pellizca las mejillas para que abran la boca de inmediato. Son criaturas de diez, quince, dieciocho, veinticuatro meses. Son hijos e hijas de padres y madres confiados que les dejan en manos de algunos educadores que no merecen semejante título. Esas actitudes no son educativas. En algunos casos, estas actitudes vienen acompañadas de palabras vejatorias como “tonto”, “a mí no me tomas el pelo”, “tú no te ríes de mí y te comes todo lo que te pongo en el plato”, “sucio”, “marrano”.
No tenemos certezas sobre el impacto que estas actitudes violentas y vejatorias tienen en las criaturas. Pero no parece que tengan impactos positivos. La capacidad de los menores para superar momentos adversos puede ser grande, pero la huella que dejan en su estabilidad emocional y en sus hábitos de vida saludable, es enorme. Nadie puede salir indemne de estas situaciones.
Otra pauta común es la confrontación entre “criterios educativos”. La violencia nunca es un criterio educativo, se mire por donde se mire y se justifique como se justifique. La violencia es el ejercicio del poder del adulto sobre el bebé, por obligación, sin tener en cuenta la persona del menor. Es un criterio obsoleto que defiende que los menores han de realizar todo lo que los adultos les piden sin oponer resistencia y sin manifestar una actitud en contra. Pautas de crianza que no valoran los descubrimientos científicos de los últimos años, que desconocen los avances de las ciencias psicopedagógicas y la importancia de las actitudes positivas en la personalidad y la autoestima del niño, que niegan la capacidad de los menores para demostrar sus emociones y sentimientos desde muy temprana edad.
Otra pauta común suele ser las incorrectas condiciones de los centros. Niños hacinados en espacios pequeños, donde no pueden ni moverse, niños que permanecen horas atados en sus sillas o hamacas, sin la tan necesaria libertad de movimientos que son necesarios para construir la percepción espacial y el conocimiento. Niños que comen en la oscuridad, con luz artificial al lado de las hamacas preparadas para la siesta y que, sin lavarles ni la cara ni las manos ni quitarles los zapatos, les echan como sacos de patatas. Niños que apenas salen al jardín, porque hay muchos y hay que ayudarles para colocarles los abrigos, los gorros y bufandas. Niños a los que no se les cambia el pañal con la frecuencia debida (dos /tres veces durante su estancia en el centro), porque hay muchos y no se puede. Niños a los que se les seca la cara y las manos con una sola toalla, ignorando las mínimas condiciones de salubridad y que propicia la propagación de pequeñas infecciones.
Otra pauta común es la baja cualificación de los profesionales. En muchos casos, jóvenes sin experiencia pedagógica y escasa preparación académica. En otros, jóvenes con buena preparación académica y buena experiencia pedagógica, pero en ambos casos, las pésimas condiciones laborales, con sueldos bajos, con interminables horas de trabajo que nunca acaban, propician la búsqueda de un trabajo mejor en otros centros, con lo que la rotación de los educadores es muy grande, vulnerando un principio pedagógico valioso en educación infantil: la estabilidad del personal docente, para evitar los problemas emocionales que produce la inestabilidad e irregularidad de los vínculos afectivos.
Son demasiadas pautas en común, que hacen reflexionar sobre cómo se está educando a nuestros menores y la poca importancia que tiene para la sociedad la educación en estas edades. Las buenas prácticas educativas no son conocidas, no tienen canales de divulgación, no se difunden. Los centros educativos de la Primera Infancia (las escuelas infantiles y los colegios) tienen un más que conseguido prestigio pedagógico; pero en cuanto surge algún caso en los que se pone en primer plano sucesos inaceptables o situaciones inapropiadas, hemos de preguntarnos desde cuándo empezaron a darse esos lamentables hechos y por qué nadie hizo nada para detenerlos.
Por ello, hay que mostrar apoyo firme y decidido a todas las educadoras que defienden los derechos personales de los niños y niñas en los centros educativos, denunciando prácticas de abusos, de vejaciones, de malos tratos físicos y verbales; y por otro lado, realizar una clara denuncia de la irresponsabilidad de las administraciones públicas, que nada hacen para evitarlos, que en ocasiones miran hacia otro lado, sorteando el problema por si tiene algún tipo de consecuencia política. En el caso de centros de titularidad privada, debe producirse el cierre inmediato como medida cautelar. Y en los centros de titularidad pública municipal o autonómica, investigar lo sucedido, separar a las personas implicadas y si existe algún tipo de indicio de criminalidad, la denuncia jurídica. No se puede dejar en la indefensión legal a las personas que se atreven a denunciar hechos que pueden ser considerados punibles y dejar que arrastren en soledad, las consecuencias públicas que tienen estas denuncias.
Y desde aquí, nuestro apoyo a las educadoras y familias denunciantes de l´escola-bressol “Escarlets” de St. Gregori (Girona), a las educadoras y familias denunciantes de la llar d´infants de Bellver de Cerdanya (Lleida) y a las educadoras y familias denunciantes de una escuela infantil del Ayuntamiento de Madrid y nuestra petición a las administraciones municipales correspondientes de revocación de los contratos de gestión con las empresas que tienen la concesión de dichos centros. Separación inmediata de las personas implicadas e investigación de los hechos denunciados. Exigencia de responsabilidad a las administraciones titulares y un ejercicio de sensibilidad y análisis adecuado a los jueces, fiscales y abogados a los que les toca juzgar y determinar las consecuencias punibles, si las hubiera.
Y a semejanza del lema que preside la campaña del Ministerio de Igualdad “Tolerancia cero ante el maltrato. Tarjeta roja contra los maltratadores”, podría escribirse “Tolerancia cero ante el maltrato. Tarjeta roja contra los maltratadores de la Pequeña Infancia”.
escribe sobre este texto el desarrollo de tu noticia
No son casos aislados. Empiezan a observarse unos patrones comunes. Se producen en momentos “delicados y sensibles” como es la comida. Sabemos que los niños y niñas lloran cuando tienen hambre y no pueden esperar. A veces eso no sucede así y no quieren comer a la hora marcada. Son muchos para pocas personas y manos. Situaciones en las que los niños manifiestan su desagrado ante los platos, bien porque no les gusta o porque la temperatura de los alimentos no es la adecuada o por falta de apetito o por la burda presentación de los alimentos.
Es en estos momentos cuando se producen las situaciones de malos tratos físicos, verbales y vejaciones. Se les obliga a comer en contra de su voluntad; si se produce un vómito se les obliga a tragárselo o bien se tapa la boca para evitar que se derrame en el plato. Se les tapa la nariz para obligarles a abrir la boca, se les pellizca las mejillas para que abran la boca de inmediato. Son criaturas de diez, quince, dieciocho, veinticuatro meses. Son hijos e hijas de padres y madres confiados que les dejan en manos de algunos educadores que no merecen semejante título. Esas actitudes no son educativas. En algunos casos, estas actitudes vienen acompañadas de palabras vejatorias como “tonto”, “a mí no me tomas el pelo”, “tú no te ríes de mí y te comes todo lo que te pongo en el plato”, “sucio”, “marrano”.
No tenemos certezas sobre el impacto que estas actitudes violentas y vejatorias tienen en las criaturas. Pero no parece que tengan impactos positivos. La capacidad de los menores para superar momentos adversos puede ser grande, pero la huella que dejan en su estabilidad emocional y en sus hábitos de vida saludable, es enorme. Nadie puede salir indemne de estas situaciones.
Otra pauta común es la confrontación entre “criterios educativos”. La violencia nunca es un criterio educativo, se mire por donde se mire y se justifique como se justifique. La violencia es el ejercicio del poder del adulto sobre el bebé, por obligación, sin tener en cuenta la persona del menor. Es un criterio obsoleto que defiende que los menores han de realizar todo lo que los adultos les piden sin oponer resistencia y sin manifestar una actitud en contra. Pautas de crianza que no valoran los descubrimientos científicos de los últimos años, que desconocen los avances de las ciencias psicopedagógicas y la importancia de las actitudes positivas en la personalidad y la autoestima del niño, que niegan la capacidad de los menores para demostrar sus emociones y sentimientos desde muy temprana edad.
Otra pauta común suele ser las incorrectas condiciones de los centros. Niños hacinados en espacios pequeños, donde no pueden ni moverse, niños que permanecen horas atados en sus sillas o hamacas, sin la tan necesaria libertad de movimientos que son necesarios para construir la percepción espacial y el conocimiento. Niños que comen en la oscuridad, con luz artificial al lado de las hamacas preparadas para la siesta y que, sin lavarles ni la cara ni las manos ni quitarles los zapatos, les echan como sacos de patatas. Niños que apenas salen al jardín, porque hay muchos y hay que ayudarles para colocarles los abrigos, los gorros y bufandas. Niños a los que no se les cambia el pañal con la frecuencia debida (dos /tres veces durante su estancia en el centro), porque hay muchos y no se puede. Niños a los que se les seca la cara y las manos con una sola toalla, ignorando las mínimas condiciones de salubridad y que propicia la propagación de pequeñas infecciones.
Otra pauta común es la baja cualificación de los profesionales. En muchos casos, jóvenes sin experiencia pedagógica y escasa preparación académica. En otros, jóvenes con buena preparación académica y buena experiencia pedagógica, pero en ambos casos, las pésimas condiciones laborales, con sueldos bajos, con interminables horas de trabajo que nunca acaban, propician la búsqueda de un trabajo mejor en otros centros, con lo que la rotación de los educadores es muy grande, vulnerando un principio pedagógico valioso en educación infantil: la estabilidad del personal docente, para evitar los problemas emocionales que produce la inestabilidad e irregularidad de los vínculos afectivos.
Son demasiadas pautas en común, que hacen reflexionar sobre cómo se está educando a nuestros menores y la poca importancia que tiene para la sociedad la educación en estas edades. Las buenas prácticas educativas no son conocidas, no tienen canales de divulgación, no se difunden. Los centros educativos de la Primera Infancia (las escuelas infantiles y los colegios) tienen un más que conseguido prestigio pedagógico; pero en cuanto surge algún caso en los que se pone en primer plano sucesos inaceptables o situaciones inapropiadas, hemos de preguntarnos desde cuándo empezaron a darse esos lamentables hechos y por qué nadie hizo nada para detenerlos.
Por ello, hay que mostrar apoyo firme y decidido a todas las educadoras que defienden los derechos personales de los niños y niñas en los centros educativos, denunciando prácticas de abusos, de vejaciones, de malos tratos físicos y verbales; y por otro lado, realizar una clara denuncia de la irresponsabilidad de las administraciones públicas, que nada hacen para evitarlos, que en ocasiones miran hacia otro lado, sorteando el problema por si tiene algún tipo de consecuencia política. En el caso de centros de titularidad privada, debe producirse el cierre inmediato como medida cautelar. Y en los centros de titularidad pública municipal o autonómica, investigar lo sucedido, separar a las personas implicadas y si existe algún tipo de indicio de criminalidad, la denuncia jurídica. No se puede dejar en la indefensión legal a las personas que se atreven a denunciar hechos que pueden ser considerados punibles y dejar que arrastren en soledad, las consecuencias públicas que tienen estas denuncias.
Y desde aquí, nuestro apoyo a las educadoras y familias denunciantes de l´escola-bressol “Escarlets” de St. Gregori (Girona), a las educadoras y familias denunciantes de la llar d´infants de Bellver de Cerdanya (Lleida) y a las educadoras y familias denunciantes de una escuela infantil del Ayuntamiento de Madrid y nuestra petición a las administraciones municipales correspondientes de revocación de los contratos de gestión con las empresas que tienen la concesión de dichos centros. Separación inmediata de las personas implicadas e investigación de los hechos denunciados. Exigencia de responsabilidad a las administraciones titulares y un ejercicio de sensibilidad y análisis adecuado a los jueces, fiscales y abogados a los que les toca juzgar y determinar las consecuencias punibles, si las hubiera.
Y a semejanza del lema que preside la campaña del Ministerio de Igualdad “Tolerancia cero ante el maltrato. Tarjeta roja contra los maltratadores”, podría escribirse “Tolerancia cero ante el maltrato. Tarjeta roja contra los maltratadores de la Pequeña Infancia”.
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miércoles, 12 de mayo de 2010
ESTRENAMOS PÁGINA WEB Y FORO
La Plataforma 0-6 por la defensa de la educación infantil está de estreno. De estreno cibernético, virtual, tecnológico o como cada uno lo quiera llamar. Ya tenemos PÁGINA WEB!!!!!
¿Y por qué nos hemos embarcado en esta empresa? Pues porque hemos comprobado que el blog funciona, que lo visita gente y que se informa, que por facebook se trasmiten ideas... Así que pensamos: ¡vamos a completarlo! Y ¿cómo? Pues resulta que todas las ideas que tiene cualquier movimiento reivindicativo pueden tener una traducción informática:
- un espacio para el diálogo, para compartir ideas, para dimes y diretes... Un FORO.
- un lugar donde aparezcan experiencias, artículos, temas para investigar o para aprender... Un WIKI (vamos, como la Wikipedia pero de lo nuestro)
Todo esto complementa las herramientas de comunicación que tenemos con el blog y el facebook, y además añade un elemento más que consideramos fundamental: la PARTICIPACIÓN de todos y todas a los que nos interesa esta profesión y nos preocupa enormemente lo que se está haciendo con ella desde las administraciones.
DIRECCIÓN WEB: http://www.plataformainfancia-0-6.es/
¿Y por qué nos hemos embarcado en esta empresa? Pues porque hemos comprobado que el blog funciona, que lo visita gente y que se informa, que por facebook se trasmiten ideas... Así que pensamos: ¡vamos a completarlo! Y ¿cómo? Pues resulta que todas las ideas que tiene cualquier movimiento reivindicativo pueden tener una traducción informática:
- un espacio para el diálogo, para compartir ideas, para dimes y diretes... Un FORO.
- un lugar donde aparezcan experiencias, artículos, temas para investigar o para aprender... Un WIKI (vamos, como la Wikipedia pero de lo nuestro)
Todo esto complementa las herramientas de comunicación que tenemos con el blog y el facebook, y además añade un elemento más que consideramos fundamental: la PARTICIPACIÓN de todos y todas a los que nos interesa esta profesión y nos preocupa enormemente lo que se está haciendo con ella desde las administraciones.
DIRECCIÓN WEB: http://www.plataformainfancia-
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