Nos sorprenderíamos si conociésemos cuántas familias de nuestro entorno están en esta situación. Niños y niñas que ya no pueden asistir al comedor, a las extraescolares, que empiezan a sentir que son diferentes y que incluso empiezan a desear alimentos que antes eran cotidianos como si de "chuches" se tratase. (Si quieres leer el Informe pincha aquí)
No entendemos que esto no mueva a las conciencias de quienes defienden los actuales recortes en Educación, pero también en Sanidad, en Servicios Sociales, etc., etc., cómo afirmando con frecuencia unos principios religiosos, no relacionan las consecuencias de lo que hacen con la incompatibilidad con esos supuestos principios.
Pero es más fácil defender la caridad que la Justicia, la primera solo se entiende como dar lo que te sobra (y si quieres), la segunda es dejar de quedarte con lo que no es tuyo, con lo que debiera ser de tod@s, y defenderlo. Claro que lo primero es mucho más fácil. Las ONGs, cada vez más desbordadas, tienen así que hacer el trabajo que la Administración abandona como deber de justicia, convirtiendo los derechos de las personas en objetos de caridad. Mientras tanto si hay dinero para rescatar a los bancos. ¡Cuánta hipocresía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario