Los Movimientos de Renovación Pedagógica de Madrid queremos manifestar
nuestro rechazo más decidido a la propuesta de prueba al finalizar la
Educación Infantil
Consideramos que esta prueba tiene un profundo significado que es
necesario desvelar:
- La
administración que nos gobierna quiere controlar toda la educación del ser
humano, desde que nace hasta la tumba. Se trata de dirigir la educación
infantil por criterios que preparen para hacer eficaces los aprendizajes
instrumentales que se piden para el mercado desde el nacimiento.
- Después
de años en los que progresivamente se ha ido desmontando la Educación
Infantil como una etapa educativa y el modelo que desarrollaba, ahora
se quiere culminar ese desaguisado.
- La etapa
de Educación Infantil queda destruida como tal etapa educativa y se la quiere
configurar como una etapa que por la vía de los hechos se convierta en
preparatoria de la Primaria despojándola de su carácter especifico
centrado en el desarrollo armónico de los niños y niñas. Así nada se les escapa
de su propuesta academicista, instructivista y tecnocrática.
- Muchísimos
profesionales tienen claro el modelo educativo de esta etapa, contrastado y
validado científicamente, lo que ahora se pretende imponer es otro a
través, de una prueba que solo va a tener en cuenta “aprendizajes
instrumentales" que no responden a las características de los niños ni a su
nivel de desarrollo, que está muy lejos de ser uniforme en estad edad.
- Se quiere
imponer un currículo que no tiene nada que ver con todo lo que nos dice la
psicología evolutiva y las características de la infancia en esas edades. No se
tienen en cuenta los elementos básicos de la educación en esta etapa: el juego,
la imaginación, la creatividad, el desarrollo motriz, la dimensión relacional y
emocional, los aprendizaje y desarrollos previos a la adquisición de los
mecanismos lectores y del cálculo…
- Es una
prueba que muestra, como las demás, la obsesión por los resultados. Esta vez en
una etapa no obligatoria y en la que la diversidad de procesos madurativos es
mucho más evidente que en otras etapas y la influencia de los condicionamientos
socioculturales son mayores.
- Es una
prueba que somete a presión a la etapa de Infantil (profesorado y alumnado) en
torno a unos objetivos irracionales y no educativos que hacen perder la
identidad de la etapa.
- Se
ignora a los profesionales de la etapa y a las familias. Por tanto
defender la dignidad, el buen hacer de los profesionales, y propiciar la
participación de las familias en la escuela ha de ser un objetivo
irrenunciable.
- Por todo
ello entendemos que no hay ninguna justificación, ni sentido pedagógico, que
justifique está prueba que es además, de dudosa legalidad al tratarse de una
etapa NO obligatoria.
Lo anteriormente expuesto nos lleva a posicionarnos decididamente
contra esta y otras posibles pruebas o estudios externos que no conducen a
mejorar la calidad de la Educación Infantil. Entendemos que la
administración educativa debe velar para que esta etapa respete los derechos y
características de los niños pequeños potenciando el desarrollo pleno de
su personalidad basado en un modelo pedagógico al servicio de la vida y no del
mercado.