De nuevo Viçens "da en la diana" con un tema central. En la actualidad el juego simbólico de los niños y niñas pequeñas ha variado algunas de sus manifestaciones y nos cuentan con ello mucho de lo que los adultos hacen, lo que ellos y ellas han de elaborar mediante el juego. Niños y niñas de año y medio ya cogen cualquier construcción, cucharas u otros objetos y, en lugar de transformarlos en coches o en peines, los convierten en teléfonos móviles, hablan con ellos y los manipulan a semejanza de lo que sus mayores hacen. Pero ¿qué nos están contando?, sólo un aprendizaje que han convertido en simbólico, o nos hablan también de desatenciones adultas, de acciones no compartidas que a veces pueden sumar demasiados tiempos.
Las manos permiten la manipulación y la exploración, pero también la expresión simbólica, como siempre, observemos, reflexionemos y actuemos en consecuencia como educadores y educadoras.
¿Por qué las criaturas siempre quieren lo que estamos usando? Cuando el mundo les parece demasiado grande les resulta clarificador lo que tenemos entre manos y desde ahí empiezan a hurgar en el universo.
El “yo solo” reivindica poder trazar la trayectoria vital con las propias manos. Pocos retos aportan tanta satisfacción y tanto reconocimiento como la pericia manual.
Las manos nos sirven incluso para hacer evidente que tenemos un cielo, para abrir caminos en la tierra y para hacernos un lugar.
Brazos y manos tienen mucho que ver con el corazón. No es casual que la unión de los brazos al cuerpo se haga en los alrededores de aquel órgano. Cogidos de las manos somos más comunidad... ¿Qué os evoca la imagen de alguien dirigiéndose al grupo de niños con las manos escondidas en los bolsillos?
¿Para cuando un “BASTA!“ a los móviles en las escuelas y en las mesas?
- Observad la expresión de un niño inesperadamente abandonado en un juego porque quién lo educa se deja encarcelar por el móvil.
- ¿Cuál es el efecto de una decena de micro-abandonos a lo largo del día? ¿Y el efecto de centenares de micro-traiciones mensuales?...
- Es difícil de entender tanta deslealtad consentida.
Cuando la amenaza son las bacterias cuidamos la salud recordando lavarnos las manos. Ahora que emerge una nueva plaga de dificultades instaladas en el sistema nervioso (estrés, TDHA, ansiedad, alzheimer...) las manos vuelven a ser un buen recurso para proteger la vida si dedicamos ratos aquello tan fascinante de hacer cosas juntos.
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