Para exacerbar aún más la tensión creada con el tema del llamado "pin parental", el veto parental, Vox acude ahora a un mensaje sucio y despreciable de quienes tienen mentes viciadas para apoyar su imposición. Ahora atentan contra la etapa más delicada, la Educación Infantil, afirmando desde la mentira que a las criaturas de estas edades se les enseñan juegos eróticos en algunos programas escolares, refiriéndose a alguno que, como Skolae en Navarra, ha pretendido precisamente luchar contra las homofobías y segregaciones de todo tipo, reforzando la necesidad del respeto y la inclusión. Pueden leerse y escucharse las declaraciones de Abascal pinchando aquí.
La barbaridad está dicha y hecho el daño, aunque luego salgan a refutarlo profesionales y familias, siempre habrá quien dude y eso es lo que pretenden.
Ellos, adalides de la moral, serán con su pin parental, con la imposición de su veto, ahora desde esta salvajada (no olvidemos que Monasterio ya insinuó que en los colegios se favorecían prácticas de zoofilia), quienes únicamente podrán salvar a la infancia. Así se quieren presentar. Y ¿cómo el Partido Popular se lo compra, y Ciudadanos no lo denuncia?
Es sencillamente repugnante y propio de mentes retorcidas y enfermas, las que tienen que escandalizar hasta el extremo, atemorizar, para hacerse con el voto de quienes, desde el miedo, empiecen a dudar si sus criaturas están o no en manos pervertidoras en las Escuelas y los Colegios.
Hay legislación y jurisprudencia suficiente como para frenar esta barbarie. Sabemos que los Centros escolares, independientemente de la etapa que acojan, no pueden realizar actividades curriculares, complementarias o extraescolares que vayan contra los principios y fines de la Educación recogidos en nuestras leyes y definidos por la Convención de los derechos humanos y por la de los Derechos del Niño, por cierto, la que Vox se ha negado a apoyar en declaración institucional conjunta en Murcia este último año argumentando que va contra los intereses de España. Vetos Sí, derechos no. ¿Por qué será que suena?
El Consejo Escolar de los Centros que conoce, informa y aprueba sus Proyectos Educativos públicos, con la representación de profesionales, alumnado y familias es suficiente garante de la adecuación de los contenidos de toda la actividad escolar y de su seguimiento, capacidad que, por cierto, han restringido siempre los gobiernos de quienes ahora confraternizan con Vox. Es la Administración Educativa a través de sus múltiples filtros la que vela por que esto sea así. No puede ser un partido político de ultraderecha el que "proteja" a la infancia, ya han mostrado en sus historia cómo lo hacen.
Nos preguntamos ¿por qué se paga con dinero público el ideario privado de centros concertados o conveniados que segregan? Eso sí tiene que ver con la libertad denostada, la de las familias que, al no tener centros públicos próximos porque en esta comunidad de Madrid se ha dado prioridad a la concertación y a los convenios sobre la construcción de nuevos centros públicos, se ven obligadas a acudir a centros concertados o conveniados cuyo ideario, en todos los casos, impone el titular del centro. Hay poblaciones de nuevo cuño como Tres Cantos en las que, a pesar de tener muchas criaturas en este tramo educativo, no se construye una Escuela Infantil Pública nueva desde hace 25 años. Claro, mientras han proliferado las guarderías privadas.
No sean ustedes sucios señores y señoras de Vox porque están atentando contra lo más delicado.
Poco a poco están llevándose trozos de lo que tanto ha costado construir y, si no reaccionamos pagaremos las consecuencias.
Creemos que la Comunidad Educativa entera (profesionales, familias e incluso alumnado de las etapas en que ya puede hacerlo) ha de reaccionar y así parar esta locura.
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