CARTA A LA MAESTRA DE MI HIJO
Hace un tiempo que le estoy dando vueltas a la escolarización de mi hijo.
La verdad es que creí que este momento no llegaría (tan pronto al menos), que algo sucedería antes, que encontraría la alternativa. ..pero veo que quedan pocos meses y voy perdiendo la ilusión y la esperanza de poder hacerme cargo de su crianza y educación unos años más como deseaba…no desisto, no. Pero me temo que debo contemplar seriamente la posibilidad de llevarlo al cole.
A la escuela “ordinaria”: sin el apellido de libre, alternativa o , mi favorita, RESPETUOSA.
Porque, además de tener que dejar a mi niño varias horas al día, no voy a poder elegir el sitio al que quiero llevarlo.
En primer lugar porque ese sitio de ensueño aún no existe (aquí al menos ) y, en segundo lugar, porque lo más parecido que hemos encontrado. ..está fuera de “mi zona” y no tengo acceso.
Cojonudo.
Por esto, porque tengo que hacer algo que no es lo que deseaba pero quiero llevarlo de la mejor manera posible, quiero que mi hijo esté lo mejor posible. .. te escribo esta carta, maestra.
Querida maestra…o maestro, aún no nos conocemos:
Sé que tienes 25 alumnos de 3 años o menos.
Sé que no es fácil llegar a todos.
Sé que tienes poca (o ninguna ayuda).
Lo sé porque trabajo en una escuela.
Lo sé porque, como mamá, me interesa la situación de la educación.
Sé que mi niño, mi tesoro, mi vida…para ti es un alumno más. ..y no quiero privilegios para él.
No quiero que le trates diferente, que le des más besos, ni le más responsabilidades o facilidades que a los otros… quiero que tanto él como el resto de niños que pasen por tus manos sean atendidos con afecto, sean tratados cada uno como necesita, porque cada niño es único. .. quiero que se les respete. A todos.
Quiero que si llora le preguntes por qué y no le digas que ya es mayor para eso. Yo soy mayor y también lloro.
Piensa que nunca se ha separado de nosotros…piensa cómo te sientes tú cuando estás sola en un lugar extraño con gente que no conoces y te exigen y exigen cosas que desconoces…tienes miedo, estás inquieta…ellos también.
Quiero que pueda jugar. No está haciendo el tonto: está aprendiendo. Observa…es apasionante!
Quiero que sepas que va a faltar. Sí. Siempre que papá o mamá puedan no ir al trabajo él no irá al cole. Estará con sus padres. Y no somos malos padres. No estamos desestabilizando su vida ni estropeando la rutina. Estamos siendo consecuentes con nuestra manera de vivir. Estamos encargándonos de nuestro hijo. No pasa nada. No va a dejar de optar al Nobel de química por eso. Es más. ..no me importa que nunca gane uno.
Quiero que, si se hace pis o caca, porque es un niño de 3 años! (y ninguna Ley orgánica ni decreto posible pueden obligar a que un niño controle esfínteres antes de que su naturaleza así lo posibilite) le ayudes a cambiarse. Sin reprimendas, sin humillaciones…no le dejes sucio hasta que sus padres puedan ir a cambiarle. Si tú tienes una gastroenteritis y te ensucias, si te haces pis de la risa no querrás que los demás te señalen, se rían, te llamen puerca, bebé y te dejen ahí. .. mi hijo aún no domina esta capacidad, no es tonto ni vago. Si le ayudas seguro que lo logrará antes que si le ridiculizas.
Y no, tampoco su madre es una vaga que quiere que el pañal se lo saque otra porque da trabajo. Su madre respeta su ritmo. Su madre daría todo por seguir encargándose de su pañal y de todo, no me hagas sentir peor.
Quiero que si se equivoca, si sobrepasa un límite lógico (si daña a un compañero, si te daña a ti…) y tiene que comprender la consecuencia se lo expliques. Con calma, él te escucha, te comprende. No le sientes a pensar en una esquina sólo. .. sentirá que pensar es malo, porque le estás castigando con ello. No le dejes sólo pues no está aprendiendo nada así. Por favor, ten paciencia. Lo entenderá todo, sólo hay que saber esperar… ya sabes el dicho: quiéreme cuando menos lo merezca pues será cuando más lo necesite.
Tal vez algo le esté afectando…la llegada de un hermanito, una mudanza, tal vez se esté poniendo malito…no le grites. Por favor. Yo lucho cada día para no hacerlo.
Querida maestra…querido maestro…sólo pido RESPETO.
Pido que me ayudes a que mi hijo, y todos sus compañeros sean niños felices.
Pido que mi opinión cuente.
Porque yo soy la madre de ese niño, yo le conozco y yo he decidido criarle así. Tengo derechos a los que no voy a renunciar, y cómo va a ser tratado mi hijo es uno de ellos.
Pido que el crecimiento personal pese sobre la formación.
Sé que son 25 niños…sé que no tienes ayuda…sé no es una profesión fácil. .. pero sé que es apasionante …sé que tienes la fortuna de cuidar, de acompañar y de aprender de 25 niños cada año… de reir y llorar con ellos. ..lo sé porque soy maestra también.
Sobre todo sé que quienes no tienen ninguna culpa de falta de medios y del exceso de ratio son los niños. ¿Por qué deben pagar ellos las consecuencias?
Sé que querer es poder. Que si quieres puedes hacer las cosas de otra manera… y sé que puedes porque ahora tienes ayuda. Yo te ayudo, si tú me lo permites.
Te voy a confiar a mi niño, a mi tesoro, a mi vida… por favor…RESPETALO.
Nosotros te respetaremos a ti, colaboraremos contigo.
Nos vemos en septiembre. ..posiblemente. ...
La mamá de Tiago (y de cualquier niño de casi 3 años)
Busca una escuela infantil que tenga toda la etapa, sufrirás un poco menos o quedatelo en casa
ResponderEliminarSi eso es más fácil para que cambiar lo que se hace mal!
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