jueves, 14 de enero de 2016

LOS NIÑOS Y NIÑAS MOLESTAN Y SUS DERECHOS PROVOCAN AMPOLLAS

Curiosamente algunos de quienes se niegan a defender otro tipo de organización en los lugares de trabajo para facilitar la conciliación con la maternidad o paternidad han sido los mismos que han criticado a Bescansa. (Olga Rodríguez. El Diario.es)
Esta es una del las frases del artículo "Sí a la maternidad pero sin que la notemos mucho" cuya lectura recomendamos (pinchar aquí), como la del artículo "Bescansa, un postureo necesario" de Cecilia Jan publicado en el blog "De mamas & de papas" de El País (pinchar aquí).
Creemos que en ambos artículos está suficientemente bien expuesto el argumento de conciliación de la mujer como para extendernos en el mismo. Lo está igualmente el valor simbólico (preferimos llamarle así que utilizar el de "postureo" por el carácter peyorativo que este último conlleva), y positivo, de Carolina Bescansa al llevar a su hijo lactante al Congreso en un día que supone la puesta en marcha de un nuevo Parlamento: una madre trabajadora que da el pecho (porque el padre no puede hacerlo) a su criatura de cinco meses y que con su gesto, porque ella si puede hacerlo, denuncia y reivindica el derecho de todas las madres de este país.
Pero queremos resaltar cómo, en un par de días, se han volcado opiniones sobre este hecho que demuestran la rancia ignorancia respecto a lo que es un niño y sus derechos y respecto a las soluciones de los problemas que plantea la conciliación de la vida laboral y familiar, muy especialmente para las mujeres. Queremos resaltar la contradicción y la hipocresía de una sociedad que solo ve a las personas como objetos productivos, para la que hijos e hijas son un problema para la rentabilidad empresarial.
Los niños y niñas no son un lastre sino un tesoro presente y futuro para la sociedad, tienen derecho a ser criados por sus padres y madres y a que el estado garantice políticas públicas educativas, laborales y sociales suficientes y de calidad que se lo permitan. Solo cuando un país vela por el interés superior de sus niños y niñas está velando por toda su sociedad. Los horarios irracionales que obligan a sus progenitores a dejarlos en centros institucionales tiempos equivalentes y los salarios de miseria que requieren de pluriempleos para poder siquiera comer no son un aliciente para la crianza, como tampoco lo es la escasez y el precio desorbitado de las Escuelas Infantiles Públicas (la guardería que dice Villalobos) o la deficiente calidad a la que, al masificarlas, las ha llevado la administración.
Estas variables son un maltrato a las criaturas que obvia, por ignorancia o por desprecio, la parte de este país que se rasga las vestiduras con el gesto de Bescansa.
Resulta vergonzoso que los medios y gran parte de quienes han alimentado este debate se hayan escandalizado y no hayan manifestado semejante intensidad con hechos consentidos e indignos, también actuales, como la toma de posesión como diputado del corrupto Gómez de La Serna. Hay que esconder la problemática que tienen las madres, que tienen los niños y niñas mientras que los corruptos pueden exhibirse sin vergüenza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente a mi tampoco me gusta la palabra "postureo" pero me dolió mas oír a Carolina e Inigo Errejón utilizar la misma palabra que Celia Villalobos: "guarderia" y además desconocer que en las Escuelas Infantiles de la Comunidad de Madrid pueden asistir los niños a partir de 4 meses y además llevar la leche materna. No fue "postureo" pero aprovecho su condición de política para hacer algo que la mayoría de las mujeres no pueden hacer, llevar a sus hijos al trabajo. Es triste ver como sigue existiendo esa falta de sensibilidad y compromiso con la educación infantil por parte incluso de políticos con nuevas promesas, que tristeza, cuando cambiará la conciencia de este país hacia lo mas delicado que tenemos: la educación de los mas pequeños

Aurora dijo...

Funciones atribuidas a la guardería hace más de 40 años, las más importantes:
- el cuidado del niño reducido a estricto criterios higiénicos que poco o nada tenían en cuenta factores psicológicos o de desarrollo general,
- funcionaba como institución más bien cerrada, con su estructura jerárquica, su restringido deber de custodia de los niños (entregados y recogidos en la entrada más o menos como paquetes en una ventanilla).
Desde hace ya unos años, hago mención y recuerdo a la extinta Coordinadora Estatal de escuelas infantiles, es el trato, la atención prestada a los niños más pequeños, a sus padres y madres, una de las finalidades más destacadas es complementar la vida familiar ensanchándola hacia la vida social, ofrecer seguridad física, alimento, actividad y descanso atendiendo sus ritmos evolutivos y personales con una buena y planificada organización de la escuela infantil, formación y responsabilidad de sus profesionales respetando y considerando al niño en todos los aspectos de su desarrollo fisiológico, cognitivo, motriz, afectivo-emocional y social, colaboran y coordinándose con la familia respecto a la crianza y educación de su/s hijo/s e hija/s en relaciones de abierta confianza.
Esta exposición, síntesis, posiblemente incompleta, la realizo por el poco valor que se da a esta etapa del ser humano en muchos estamentos de la sociedad y por un cierto desprestigio o degradación hacia las personas que se implican en la labor docente en la etapa infantil. Pienso que es un momento muy básico, fundamental en el devenir de la persona y que las escuelas infantiles son muy relevantes en ello. Téngase en cuenta las investigaciones de María Montessori, Aucoutourier, Ovidio Decroly, Steiner, Loris Malagozzi, Elinor Goldschmied, Emmi Pikler, hermanas Agazzi, Rosa Sensat, Fröbel, Pestalozi, Vigostki, Piaget, Ausubel, Irene Lezine, Wallon, Raymond Tavernier, Gema Paniagua y Jesús Palacios, Catherine L'Ecuyer, etc.




Plataforma de Madrid 0-6 dijo...

Muchas gracias por el comentario. Efectivamente, parece que de nuevo es urgente explicar la diferencia entre Escuela Infantil y guardería, confusión a la que contribuyen poderosamente las administraciones al empeñarse en hacer imposible que quienes optan por ser verdaderas Escuelas Infantiles puedan serlo con dignidad, con calidad y con calidez. Parece ser que esa lucha es nuestra y que hay que reactivarla, no solo en cuanto a los conceptos sino en cuanto a la exigencia de condiciones que permitan que una Escuela no se convierta en guardería por imposición administrativa.