viernes, 10 de diciembre de 2010

Resultados del Estudio realizado en las Escuelas Infantiles de la Comunidad de Madrid

sobre el impacto que la aplicación de los Decretos 17 y 18 de 2008 han tenido en el deterioro de la calidad de la educación del primer ciclo en esta Comunidad.

(Autoras: Marta Casla*, Isabel Cuevas *, Asunción González del Yerro*, Belén Romero**, Elena Martín* y Asociación Junta de Portavoces de educación infantil pública 0‐6 años. *Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad Autónoma de Madrid. ** Escuela Infantil Bärbel Inhelder)

Como planteamos en un anterior post, ofrecemos a continuación las conclusiones de este brillante informe que fue presentado el pasado 22 de noviembre (para acceder al Informe completo pincha aquí) y que, como Plataforma, nos da ocasión para insistir de nuevo en algunos aspectos.)

El estudio comienza afirmando que:

Invertir en Educación Infantil (en adelante EI) es invertir en el futuro (Young, 2000). Los programas educativos de calidad reducen el abandono y el absentismo escolar, y la posibilidad de presentar necesidades educativas especiales, en años posteriores (Reynolds y Temple, 1996; Reynolds, Temple, Robertson y Mann, 2001).

El alumnado de los centros que imparten estos programas obtiene puntuaciones significativamente mayores en el desarrollo cognitivo, lingüístico, la autoestima, las habilidades sociales, la capacidad para regular el propio aprendizaje, la motivación, las aspiraciones académicas y el rendimiento a lo largo de su escolaridad (Bryant y Maxwell, 1997; Del Barrio, 1994; Matthews y Ewen, 2006; Oden, Schweinhart y Weikart, 2000; Ou y Reynolds, 2004; Ramey y Ramey, 1998; Schweinhart, Barnes, y Weikart, 1993).

No obtienen el mismo resultado los centros que desarrollan programas educativos mediocres. Sus alumnos y alumnas obtienen puntuaciones inferiores en el desarrollo cognitivo (Peisner‐Feinberg y Burchinal, 1995), tienen más posibilidades de encontrar dificultades en la relación social (Volling y Feagans, 1995) y de manifestar problemas de conducta en la adolescencia (Vandell, Belsky, Burchinal, Steinberg, Vandergrift y NICHD, 2010) que pueden mantenerse, incluso, al finalizar su vida escolar (Murrell, Geddes, Yancey, O´Brien y Terrell, 2009).

Estos centros educativos de dudosa calidad no consiguen compensar los efectos perniciosos derivados de la pobreza; ni reducen la delincuencia a largo plazo, ni mejoran las actitudes y la competencia del alumnado que se encuentra en riesgo de marginación, ni favorecen su inclusión social (Institute for Research on Poverty, 1997; Reynolds, Mann, Miedel y Smokowski, 1997).

Se ha producido un aumento de las ratios, la consecuente disminución de unos espacios que han de albergar a más niños y niñas en los que hay el mismo número de materiales, que además no disponen de las mismas posibilidades de reciclaje y reposición anteriores. Por otro lado se suma la reducción drástica del número de apoyos anteriores y el desembarco de profesionales de menos cualificados porque los Decretos lo autorizan. Esta es la realidad que subyace al pretendido aumento de plazas escolares, situación que el informe analiza con detalle exponiendo claramente sus consecuencias.


Finalmente concluye que:

… este crecimiento ha sido el producto del empeoramiento de dos de las variables estructurales que tienen una importancia mayor para la calidad de la Educación Infantil: las ratios y el tamaño de los grupos (Howes, Phillips y Whitebook, 1992). Estas dos variables junto a la formación de los maestros determinan la calidad de la relación que los niños establecen con el educador que es la base sobre la que se asienta la educación de los más pequeños (Carnegie Task Force on Meeting the Needs of Our Youngest Children, 1994; Peisner‐Feinberg, Burchinal, Clifford, Culkin, Howes, Kagan, Yazegian, Byler, Rustici y Zelazo, 1999) y que parece estar resquebrajando el Decreto 18/2008, según la información revelada por las encuestadas.

Debemos responder a la creciente demanda de plazas escolares, pero no podemos hacerlo de cualquier manera, ni poniendo en riesgo el bienestar de los más pequeños. La investigación más reciente muestra que los efectos de la Educación Infantil se mantienen todavía en la adolescencia, y confirma que sólo las Escuelas Infantiles que imparten una educación de calidad ejercen una influencia positiva sobre el desarrollo y sobre el logro académico, mientras que las mediocres producen efectos nocivos, elevan los niveles de impulsividad y la tendencia a presentar conductas desafiantes, que persisten, del mismo modo, más allá de la infancia (Vandell, Belsky, Burchinal, Steinberg, Vandergrift, 2010). Mantener unas ratios y un tamaño adecuado del grupo es un requisito necesario, aunque no suficiente para impartir una Educación Infantil de calidad. El tamaño del grupo que establecía el Decreto 60/2000 superaba la proporción profesor/alumno recomendadas por diferentes organizaciones como hemos visto en la introducción, pero las que presenta el Decreto 18/2008 son, según muestran las encuestas, inviables.

El Informe continua afirmando que, a pesar de las conclusiones del Informe del Defensor del Menor de 2009 en el sentido de que la calidad no se había visto afectada gracias a la profesionalidad de las educadoras (publicado tras su análisis de la nueva situación creada tras los Decretos y puesto en marcha tras las quejas que familias y profesionales le hicieron llegar):

Sin embargo, los datos de nuestro estudio muestran, como las investigaciones que presentábamos en la introducción, que el incremento del tamaño de los grupos conduce a sustituir actividades orientadas a favorecer aprendizajes en todos los ámbitos del desarrollo, basadas en actitudes de afecto, respeto y serenidad, por otras que sólo pueden aspirar a cubrir atropelladamente sus necesidades más básicas, y que van transformando la práctica educativa que se desarrollaba en las aulas, por otra de carácter asistencial que, en algunas ocasiones, ni siquiera lograr alcanzar sus objetivos (recordemos que algunas encuestas señalan que los niños deben dormir con los zapatos puestos, que no se cambia el pañal durante toda una mañana más que en los casos más urgentes, que la educadora sirve la comida, barre, friega el aula, etc., junto a los niños…). Obviamente, la calidad de la educación está lejos de alcanzar los estándares adecuados en estas circunstancias.

La Escuela Infantil es, junto a la familia, el principal contexto de desarrollo de los niños.

De la calidad de la educación que reciban depende el éxito de sus futuros aprendizajes escolares, pero también su desarrollo social y afectivo (Barnett, 1995; Phillips, McCartney y Scarr, 1987), y la forma en la que cada uno se relacionará consigo mismo, con el mundo y con el resto de las personas. Pidamos a los políticos que respeten los derechos de los niños y niñas y que regulen adecuadamente las variables estructurales de los centros educativos para garantizar las condiciones que permiten impartir una educación de calidad a la primera infancia. Por el bien de los niños, por el bien de todos.


Desde la Plataforma consideramos que este estudio ofrece una nueva ocasión para resaltar también un aspecto que empeora aún más la situación, tal como venimos denunciando en Madrid todas las organizaciones que luchamos por la Educación Infantil

. Aunque trasciende a los propios decretos es un producto del desarrollo de los mismos: la privatización salvaje de las Escuelas Infantiles de Gestión indirecta, posibilitada por los nuevos pliegos de condiciones. Esta, si cabe, empeora la situación en todos aquellos centros que han sido “vendidos” al mejor postor en pro de un abaratamiento del servicio que ofrecen las Escuelas y con deprecio de su calidad. En estos nuevos centros el equipo de profesionales ya no tiene sensación de pérdida de calidad puesto que no las regentaron antes. Sus intereses nada tienen que ver con quienes gestionaban anteriormente estos centros y el intento por mantener esa calidad profesional de la que hablaba el Defensor del Menor sencillamente no existe, probablemente ni como conciencia. Hemos retrocedido más de veinte años y nos encontramos con que la profesionalidad adquirida por la formación y experiencia de años se está perdiendo porque los y las profesionales son nuevos en la mayoría de los casos y porque quienes antes desarrollaban su trabajo se van marchando a otras etapas educativas o incluso a otros sectores profesionales ante las condiciones imposibles para trabajar con dignidad que estas empresas ofrecen.

Por último queremos resaltar que si un estudio semejante se realizase en el segundo ciclo de la Educación infantil de Madrid nos encontraríamos con una realidad abrumadora: un deterioro también devastador por motivos semejantes referidos a ratios, apoyos, espacios y contenidos educativos impuestos que nada tienen que ver con la cultura de la infancia.

Un ejemplo puede iluminar el panorama: En el estudio queda explícito que es imposible educar dignamente a 20 niños y niñas de 2-3 años en una aula pequeña y sin apoyos. Sobre esa base, consideremos que las criaturas que llegan al primer año del segundo ciclo lo hacen con frecuencia sin haber cumplido esos tres años (nacidos desde septiembre a diciembre) y son 25 en el mejor de los casos. Frecuentemente eso incluye niños y niñas con necesidades educativas especiales que ocupan un solo puesto escolar y a los que no puede ofrecérseles dignamente lo que precisan. Para sumarse al sinsentido, la LOE autoriza el aumento de un 10% en función de necesidades de escolarización advenidas, lo que en la Comunidad de Madrid se sobrepasa ampliamente llegándose en algunos casos a 28 y 29.

A ello se añade la presión del currículo más sobreinstructivo del Estado que se radicaliza por una competencia pública-privada que en Madrid no deja de crecer en deterioro de la primera debido a la apuesta que la Consejería de Educación ha hecho por la Educación privada y su concertación con fondos públicos.

Ser conscientes y reaccionar contra esta situación es la única opción posible.

Plataforma de Madrid por la Defensa de la Educación Infantil.

2 comentarios:

Santiago García dijo...

Entrega de carbón a la consejera de educación de Madrid el día 23 de diciembre en la Asamblea de Madrid en Vallecas sobre las 18.00. Esta acción se va a realizar también en Valencia.
Todo esto organizado por la asociación "Docentes por una enseñanza publica de calidad", que se puede visitar en facebook y también tiene página web.
También, esta organización, invita a la manifestación del día 18 de Neptuno a Sol en contra de los recortes.
Si alguien quiere ponerse en contacto con nosotros puede visitar los lugares arriba mencionados o escribir a mi correo santihhago@yahoo.es.
Si nos unimos seremos más fuertes.

Chad dijo...

Gorgeous!