lunes, 10 de febrero de 2020

A LA MAESTRA ¿QUIÉN LA ESCUCHA? VICENÇ ARNAIZ

Desde el conocimiento riguroso y la ternura Vicenç vuelve a poner el dedo sobre una llaga de la que se habla con poca frecuencia: A la maestra, ¿quién la escucha
Este es el bello y emotivo artículo de Vicenç en su última publicación en "Infancies" (sentimos no poder disponer de una versión más nítida en la imagen)



A quien estudia para ser maestra se le explica, desde el primer día, que el niño necesita la escucha de su maestra...
A ratos las maestras devienen entrevistadoras, ¿Hablamos de “la maestra-moderadora”?... ¿Y de la maestra intérprete?... ¿Y la maestra-archivo?...
Las grandes escuchadoras ¿tienen quién las escuche? ¿Quién sabe de ellas?...
Cuando llega a la escuela, quien la mira a la cara por saber qué vive? O cuando acaba la jornada ¿quién sabe qué desazón le queda? ¿La memoria de cada maestra es individual? ¿Quién la acompaña en la memoria?...
Las ilusiones y las alegrías lo son de verdad si se comparten. Una alegría no compartida parece una alegría mustia. Una ilusión en soledad fácilmente deviene anémica...
¿Cómo se puede digerir un sentimiento de impotencia si se mantiene silenciado?...
¿Las maestras pueden hablar de sus temores? ¿Y del desaliento? ¿Con quién? ¿Cuándo?...
¿Con quién pueden deshacerse de una desazón que las persigue?...
¿Quién las ayuda? ¿Quién las escucha? Los mismos argumentos para fundamentar la necesidad de escucha de los niños y de las familias fundamentan la necesidad de las maestras y de los maestros a ser escuchados...
A ratos pienso que si en la escuela cada maestra no tiene quién lo escuche debe de ser difícil que en la escuela se escuche a cada niño. Aun así quien sabe si quizás las maestras son capaces de superar incluso esto.

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