Aunque podemos valorar la bondad de intentar llegar a un pacto en este sentido, no podemos dejar de temer el mesianismo de quien se atribuye una labor redentora sin tomar en cuenta que hay ya iniciativas en marcha para alcanzar un acuerdo educativo, con una gran tarea ya realizada como resultado de un gran esfuerzo de consenso desde la base.
Le hemos recordado que es, precisamente desde las bases, y no desde los despachos de universidades privadas, desde donde entendemos que hay que trabajar. En esa tarea estamos al formar parte de LAEQNU y del grupo que, junto al Foro de Sevilla, ha elaborado un Documento de Bases para una Nueva Ley de Educación, un Acuerdo político y social que puedes consultar en el siguiente enlace (pinchar aquí).
La apariencia de neutralidad que pretende presentar esta iniciativa es también un motivo de gran preocupación para nosotras puesto que, si se lee el Libro Blanco sobre la profesión docente que elaboró anteriormente el Sr. Marina (a propuesta del Ministerio de Educación del Partido Popular), se aprecia su infusión neoliberal y economicista bajo apariencia de planteamientos renovadores.
No estamos en absoluto de acuerdo con ese planteamiento y publicamos, como respuesta, la que cooperativa y colectivamente hemos dado desde los Foros y Plataformas anteriormente mencionados.
La apariencia de neutralidad que pretende presentar esta iniciativa es también un motivo de gran preocupación para nosotras puesto que, si se lee el Libro Blanco sobre la profesión docente que elaboró anteriormente el Sr. Marina (a propuesta del Ministerio de Educación del Partido Popular), se aprecia su infusión neoliberal y economicista bajo apariencia de planteamientos renovadores.
No estamos en absoluto de acuerdo con ese planteamiento y publicamos, como respuesta, la que cooperativa y colectivamente hemos dado desde los Foros y Plataformas anteriormente mencionados.
DECLARACIÓN DE ILEGITIMIDAD DE LA PROPUESTA DE PACTO
EDUCATIVO DE MARINA
Comisión permanente de las organizaciones
y colectivos que han elaborado el Documento de bases para una nueva ley
educativa[1]
El Foro de Sevilla, junto con los
participantes en la elaboración de un documento de bases para una nueva ley
educativa en nuestro país,
ve ilegítima la hoja de ruta del Pacto educativo del profesor Marina. La
paralización de la LOMCE y la reversión de los recortes son una urgencia para
nuestro sistema educativo, demandada recientemente por la Plataforma para la
escuela pública y por partidos y colectivos sociales, y aprobada por un
parlamento con un gobierno en funciones, que hizo caso omiso en poner en
funcionamiento lo que exigía la democracia elegida por los españoles y respaldada
por toda la comunidad escolar. Es una urgencia para que nuestro sistema
educativo no siga creciendo en privatización y en desigualdad y expulsando al alumnado
más vulnerable de las aula.
Una sola persona no puede arrogarse la
representación de la sociedad civil para elaborar un libro blanco, que no tiene
legitimidad porque no representa a un colectivo, movimiento ciudadano, grupo de
profesionales o sector de la comunidad educativa o de la sociedad.
José Antonio Marina, que tuvo el encargo
del gobierno del PP para realizar el denominado “Libro blanco de la profesión docente” vuelve ahora, por su cuenta,
a proponer una ‘Hoja de ruta para un pacto educativo’, invitando a que la
firmen los principales partidos políticos. Ya desde muchos colectivos de educación se le
respondió cuando, según afirma, por encargo de una universidad privada (es
director de la Cátedra Nebrija-Santander de Inteligencia Ejecutiva y de la
Educación), convocó a los partidos para ofrecerles su voluntad de redactar ese
pacto educativo. En esta ocasión plantea una ‘Hoja de ruta’ con unas determinadas condiciones que
expone en el documento a firmar:
-
El partido que gobierne tras las
elecciones se compromete, con la ayuda de la oposición, a mantener la LOMCE en
vigor mientras no dispongamos de una nueva ley de educación.
-
La escuela pública puede
desarrollarse, como indica la Constitución, a través de una doble red: pública
y concertada.
-
Los partidos firmantes reconocen que
el “éxito educativo” es más amplio que el “éxito escolar”.
-
El sistema educativo debe ayudar a
desarrollar al máximo las competencias de todos los alumnos, fomentar una
educación cívica y ética, y prepararles para la inserción en el mundo laboral.
Y otros aspectos, que desde su única
reflexión formula,
obviando el trabajo de análisis y debate públicos y de construcción colectiva, que
buena parte de la comunidad educativa ha venido realizando durante los últimos
años con redes, organizaciones políticas y sindicales y movimientos y entidades
sociales.
Un pacto educativo no surge de un
conocimiento experto particular, ni de una sola concepción de ideas que ya han
sido rechazadas por la mayoría de la comunidad educativa. Tampoco puede partir
de una serie de obligaciones previas que benefician a una determinada forma de
pensar y actuar en educación. José Antonio Marina se entromete en caminos que
desconoce y se pierde en los senderos del protagonismo más interesado. Parece
considerarse el adalid educativo del país sin contar con la ciudadanía, sus
movilizaciones, la lucha frente a la LOMCE, las ‘Mareas’ organizadas, su experiencia
y conocimiento, sus declaraciones, textos y acuerdos alcanzados.
La educación como ‘bien común’ procede
y se agota en la sociedad civil, es ella la que debe marcar el territorio en
donde el derecho a la educación se debe definir. Los gobiernos son los gestores y garantes de ese
derecho, ningún sujeto aislado, ninguna organización o institución privada
puede marcar, por su cuenta y riesgo, las reglas de juego ni la ruta de un
pacto que pretenda la estabilidad en el enunciado de ese derecho. Nuestra sociedad es lo
suficientemente madura como para definir las reglas y las rutas que demanda a
sus representantes. Por favor, no más autoproclamados “salvadores”.
Este proceso no nos parece propio de
una sociedad democrática. No concebimos que sea un centro privado y elitista
como la Universidad Elio Antonio de Nebrija quien se arrogue la facultad de
encargar a una persona (y su equipo, vinculado además en su mayoría a centros
privados) la elaboración de un “Libro Blanco sobre el Pacto Educativo” o una “Hoja de ruta para un pacto
educativo”. Entendemos que la comunidad educativa y la ciudadanía en general
deben ser protagonistas directos en la elaboración de esta Ley y no limitarse a
hacerlo a través de un “buzón de sugerencias” como
mecanismo de seudoparticipación similar a lo realizado con la LOMCE.
Los colectivos y organizaciones
enumeradas en este escrito coinciden en que es necesario un acuerdo educativo, pero desde y con
la comunidad educativa. Por eso ha puesto a disposición de los partidos
políticos y la sociedad civil un texto (https://porotrapoliticaeducativa.org/) ya consensuado por buena parte de la
comunidad educativa. Pero con la sustancial diferencia de que, en este caso, esta
propuesta de “acuerdo” ha partido de la sociedad civil. El contenido ha sido elaborado, debatido y
consensuado con las respectivas asambleas de colectivos sociales, sindicatos de
estudiantes, asociaciones de padres y madres, organizaciones sindicales y
partidos políticos. No desde un “laboratorio de ideas” vinculado a un modelo
claramente neoliberal de educación y a los intereses de corporaciones privadas.
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