Ante la queja de un padre que acudió a la defensora del Pueblo María Luisa Cava de Llano, ésta le ha dado la razón. Su petición se relacionaba con el desamparo en que se encuentran los niños y niñas que necesitando ser cambiados en alguna ocasión no lo son porque el profesorado del centro no lo considera su función. El padre acudió a ella tras recibir la negativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Aragón.
La defensora aconseja que "se dicten las instrucciones precisas y se adopten cuantas iniciativas resulten necesarias para que, de manera inmediata, todos los colegios públicos que escolaricen alumnos de segundo ciclo de educación infantil presten a éstos, en todos los casos y utilizando sus propios medios, la atención higiénica y relacionada con los cambios de vestuario que pudieran precisar durante su estancia en los mismos".“No es mi función” no es razón y las posibles protestas y demandas han de encarrilarse hacia donde tienen que ir, no en contra de las familias y los niños y niñas.
Si no hacemos esto estamos "separando el cuerpo de la cabeza", como afirma el poema de Malaguzzi “El cien existe” y no debería ser una reclamación de profesionales de la educación infantil a no ser que sigan ejerciendo al tiempo que dejan de serlo. La criatura es entera y entera entra en el colegio y entera depende de nosotros y nosotras, entera se educa y entera se humilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario