Una excelente noticia con un matiz muy preocupante.
Si bien es todo un éxito para la etapa de educación infantil que Extremadura, una comunidad más, asuma el ciclo 0-3 desde la Consejería de Educación (hasta ahora allí ha dependido de la Consejería de Igualdad y Empleo), no deja de ser preocupante que se proponga que en el futuro sean los CEIP los que asuman el primer ciclo de la Educación Infantil. Para saber más pincha aquí.
Las experiencias que vienen dándose hasta ahora de aulas de 2 años en CEIP, por ejemplo en Cantabría pero también en otras comunidades, no ha demostrado que los colegios estén adaptados para asumir la realidad de las criaturas de estas edades.
Ni siquiera han acabado de asumir las necesidades de los niños y niñas de tres años que escolarizados en muchos de estos centros ven como numerosos y numerosas profesionales se niegan a cambiarles cuando su higiene lo precisa, incluso con la presencia de Claustros que "votan" que ninguna maestra de infantil pueda hacerlo.
No estar disponible para dar respuesta educativa a las necesidades globales de una criatura es no aceptar su educación integral y rechazar parte de lo que representa su esencia y su personalidad.
Debido a ciertas ambigüedades, y a pesar de la existencia de una normativa específica al respecto que obliga a los maestros y maestras a colaborar con las criaturas en su higiene (para saber más pincha aquí) considerándola parte de la educación integral de estas edades, hay incluso resoluciones judiciales en contra y a favor de que se cambie a niños y niñas. Así un niño o niña que se ha mojado ha de esperar, con frcuencia, a que su familia venga del trabajo a cambiarles o a ser cambiados por personas ajenas al vínculo afectivo establecido con su tutora (auxiliares); la razón es que esa parte de su cuerpo y de su personalidad no es aceptada. Aquí habria que añadir que 25 criaturas en 3 años, cuando no más, es un número insostenible para poder educar adecuadamente y habría que valorar también que maestros y maestras de Educación Infantil no ven en la formación inicial lo que es una criatura de 0-3 años más que en la asignatura de Evolutiva lo que también favorece ese criterio extendido de "a mi no me han preparado para esto".
En estas condiciones, a pesar de la existencia de numerosos maestros y maestras que deciden hacer caso omiso de estas normas "antieducativas" y poco sensibles humanamente, profesionales que aceptan integralmente a sus niños y niñas cambiándoles si es preciso, la realidad es que, en general, los espacios de los centros y la mentalidad de los y las docentes no están preparados para acoger a niños y niñas de 3 años y mucho menos a los de 0 a 3 años.
De momento, el lugar natural de la educación infantil, por todo lo referido y por mucho más, son las Escuelas Infantiles y las propuestas de incorporar el primer ciclo a los colegios deberían pasar por una prudente y rigurosa reflexión acerca de cómo ha sido y cómo está siendo la incorporación de las criaturas de 3 años a los colegios, si responde o no a las necesidades, a los derechos que tienen, si profesionales y espacios están o no adaptados y dispuestos para acogerlos en toda su plenitud, cuando más a los menores de esta edad.
De los centros concertados que convierten el o-3 en una filial de la empresa, con frecuencia con contratos por debajo de la titulación real de sus profesionales y con un tratamiento que en muchos casos es más el de una guardería, mejor no hablamos en este momento.
Aplaudimos pues que el primero ciclo se incorpore a las Consejerías de educación pero pedimos cordura en cuanto a propuestas que se hacen sin el rigor y el anális suficiente para dar respuesta al bienestar de las criaturas. La única preocupación no puede ser la de dar respuesta a una justa demanda de las familias para que sus hijos hagan toda la escolaridad en un mismo centro. Es preciso reflexionar sobre si la forma en que se quiere dar respuesta a esta demanda es la adecuada.
Todas las criaturas, desde el nacimiento, tienen derecho a una educación respetuosa, cuidada, sana, cálida, libre, feliz y digna; ser protagonistas de su desarrollo en una relación armónica con sus iguales y con el patrimonio común de la humanidad. Exigimos políticas de Primera Infancia, sociales y públicas, una etapa de educación infantil inclusiva, con identidad propia; reconocimiento de la ciudadanía de los niñ@s y que las administraciones y la sociedad civil garanticen estos derechos básicos
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1 comentario:
Está claro que la mejor manera de dar respuesta a las necesidades de este primer ciclo es que ésta labor sea encomendadas a las educadoras de ed.infantil, puesto que las "maestras" no son partidarias de ofrecer esa atención, y sobre todo que se adecue las instalaciones para hacer frente al primer ciclo de la educación infantil. Chapó por la iniciativa, ya es hora de que se dejen de "guardar" a los niños en centros que nada tienen que ver con Educación...Por favor, ya era hora, ojalá fuese así en todas las Comunidades Autónomas.
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