En un post anterior de este blog informamos de la iniciativa de profesionales de la educación infantil de diferentes comunidades autónomas para pedir una equiparación real del 1º y 2º ciclo de la Educación Infantil, tanto en el trato de estos ciclos como en el específico de sus profesionales.
La iniciativa ha crecido y se ha convertido en una petición pública formal que está buscando la adhesión de todas aquellas personas que crean que una educación infantil digna y de calidad entendida como un derecho desde el nacimiento, un derecho contemplado en la Declaración Universal de los Derechos del niño y que, hoy por hoy, no acaban de entender los gobiernos.
Como decía Peter Moss,
"Los gobiernos cuidan más la calidad de sus detergentes que la de las escuelas" y somos los ciudadanos y ciudadanas, en especial las y los profesionales y las familias de la Educación Infantil quienes debemos requerirlo". Como este manifiesto, que apoyamos y que te invitamos a firmar, expresa con toda claridad, la educación infantil tiene una entidad propia que no se respeta, que se está deteriorando cada vez más en lugar de progresar. ¿Cuántos y cuántas profesionales nos vamos a casa diariamente con angustia y con la conciencia de que no podemos llegar a dar a cada criatura lo que requiere, que tenemos que adoptar programas que no se corresponden con las necesidades de la Infancia, que trabajamos con frecuencia en condiciones imposibles para poder desarrollar una educación digna y de calidad?
En esta situación el primer ciclo está, si cabe, peor tratado, puesto en manos por la iniciativa pública de empresas desaprensivas porque se ha olvidado que la iniciativa pública ha de ser pública para poder ofrecer con garantía de calidad el servicio social de la educación a todas las criaturas cuyas familias decidan optar por ella.
No es suficiente con aumentar las plazas sino que éstas han de ser de calidad y ser contempladas desde la dignidad que los niños y niñas merecen para poder desarrollar unas potencialidades que con frecuencia se pierden en el camino y que marcan las condiciones de inequidad que nuestra sociedad impone.
No puede haber centros no educativos que campen por sus respetos porque ante un ser humano dependiente del adulto, no educar es imposible, el problema es que se educará mal y se aumentarán las bases de las diferencias sociales, ya desde el nacimiento.
En este sentido, Kofi Anan escribió en el preámbulo del Informe de UNICEF, ya en 2001:
"La primera infancia, la de 0 a 3 años, debería recibir la atención prioritaria de los gobiernos responsables, plasmada en leyes, programas y recursos. No obstante, éstos son los años en los cuales reciben la menor atención y esto es una tragedia, tanto para ellos como para los países." Lee el manifiesto (
pincha aquí) y, si estás de acuerdo fírmalo (
pincha aquí) para que contribuyamos a cambiar esta situación, a crear una avalancha que pida, que exija que esta situación cambie
Plataforma por la defensa de la Educación Infantil.
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