Un estudio realizado en la Universidad de Concordia (Canadá) demuestra que la relación positiva de los padres con sus hijos e hijas, es decir, la participación activa en la crianza, aumenta su coeficiente intelectual y su inteligencia emocional (para saber más). La Revista digital Tendencias 21 ha publicado una síntesis que puedes desarrollar siguiendo los enlaces.A ello habría que añadir evidentemente la presencia de la madre. Ambos extremos son cada día menos frecuentes en tiempo por desgracia y, si bien es cierta la importancia del tiempo de calidad y no solo de cantidad, sin embargo estamos llegando a unos niveles de ausencia de cantidad lo que hace difícil que aparezca alguna calidad.
La actual situación socio-económica dificulta enormemente disponer de tiempo para los hij@s y con frecuencia entre tod@s nos autoconsolamos pensando que a pesar de todo las criaturas crecerán bien. Pues no es así. Los niños y niñas necesitan a sus padres, al padre y a la madre y su futuro estará muy mediatizado por este hecho.
Exijamos políticas de primera infancia que combinando ministerios y responsabilidades de los agentes sociales posibiliten que las familias puedan decidir que quieren tener hij@s sin que la condición principal sea temporo-económica, postergando con ello en un futuro que nunca llega la posibilidad de llevar a cabo este deseo.
El Estado, a pesar de la crisis, y el resto de administraciones públicas, tienen la obligación de proporcionar políticas laborales, económicas y sanitarias que, coordinadas con las procedentes de Educación, aseguren opciones variadas para que las criaturas puedan nacer y crecer junto a sus padres (padre y madre), porque disfruten de una red pública de educación-sanidad y otras políticas sociales, que proporcionen calidad a su vida y plenitud a su desarrollo.
En 2020 veremos que el número de fallecidos sobrepasará con creces el de nacimientos y una sociedad que no valora este dato está abocada a la destrucción.
Por ello es imprescindible proporcionar vias y medios para que las familias puedan tener esos hij@s que desean y que sean recibidos por la TRIBU con alegría, con esperanza y con la seguridad de que el Estado garantice su educación integral, su salud, su sociabilización: sus DERECHOS; con políticas y medios públicos
Nos jugamos demasiado con ello.
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