Este artículo de Vicenç Arnaíz describe, desde el profundo conocimiento del ser infantil, el significado de descubrir bien al Otro. Un mundo y unos deseos que pueden entrar en competencia con los del Yo que hay que aprender a gestionar con el acompañamiento de personas adultas segurizadores. Estas, desde la disponibilidad afectiva, han de saber cuándo hay que decir no para que el proceso socializador y de construcción sana de ese Yo se vivencie y descubra positivamente.
Todas las criaturas, desde el nacimiento, tienen derecho a una educación respetuosa, cuidada, sana, cálida, libre, feliz y digna; ser protagonistas de su desarrollo en una relación armónica con sus iguales y con el patrimonio común de la humanidad. Exigimos políticas de Primera Infancia, sociales y públicas, una etapa de educación infantil inclusiva, con identidad propia; reconocimiento de la ciudadanía de los niñ@s y que las administraciones y la sociedad civil garanticen estos derechos básicos
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