Si buscamos en Internet podemos ver cientos de enlaces que resaltan la trascendencia del juego de los cachorros animales para poder ser adultos completos y equilibrados. Hay acuerdo al respecto y se entiende como obvio.
Sin embargo es algo a lo que no concedemos la suficiente importancia para nuestros cachorros humanos y desnaturalizamos su crecimiento y su desarrollo con ello. Así nos va.
En este post, podemos ver cómo afortunadamente hay voces, no sólo profesionales, que periódicamente defienden este principio esencial para nuestros niños y niñas y lo tienen en el centro de planteamientos administrativos ofrecidos desde Educación. ¡Qué suerte tienen algunos países por contar con personas así entre sus políticos! Luego nos extrañamos de resultados en investigaciones e informes internacionales sobre el nivel educativo.
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Tomamos del blog: "Una Escuela con los pies en el cielo":
La ministra de educación de finlandia, Krista Kiuru, también hizo una apasionada defensa del papel del juego en el currículo de los primeros años.
"Lo más importante en la educación de la primera infancia es asegurarse que los niños tengan tiempo suficiente para jugar. Los niños no juegan para aprender, aprenden mientras juegan. En la educación infantil enseñamos a los niños a aprender durante toda la vida, ya que aprenden a aprender,"
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Todas las criaturas, desde el nacimiento, tienen derecho a una educación respetuosa, cuidada, sana, cálida, libre, feliz y digna; ser protagonistas de su desarrollo en una relación armónica con sus iguales y con el patrimonio común de la humanidad. Exigimos políticas de Primera Infancia, sociales y públicas, una etapa de educación infantil inclusiva, con identidad propia; reconocimiento de la ciudadanía de los niñ@s y que las administraciones y la sociedad civil garanticen estos derechos básicos
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