lunes, 11 de abril de 2011

El dilema no es la CASA o la ESCUELA

Cada vez son más las voces que alertan sobre las inadecuadas condiciones en que se están encontrando los niños y niñas en las escuelas infantiles por ratios excesivas (ver entrada del miércoles 6 en este blog), mayor prevalencia de contagios en niños escolarizados (para saber más pinchar aquí) espacios inadecuados (pinchar aquí),), etc. Sin embargo se sitúa de nuevo el debate en un terreno falso y es que el dilema no es ESCUELA SI O ESCUELA NO sino condiciones adecuadas en ambos espacios para poder elegir libremente. Escolarizar a una criatura hoy no deja de ser un problema en todo el tramo de E. Infantil , y no solo en 0-3, porque las circunstancias que vivimos son MALAS pero la alternativa de que se queden en casa no puede vivirse como una panacea de condiciones ideales que no existen hoy día en la mayoría de los casos. EN LA ESCUELA: Las condiciones son frecuentemente inadecuadas y la alternativa sería exigir a las administraciones, pero también a la sensibilidad de los y las profesionales y a la sociedad, que den de una vez la importancia que requiere la educación infantil con todas las medidas que ello demanda (ratios muy reducidas, formación inicial y titulación en igualdad de condiciones para toda la etapa, espacios y vida cotidiana ajustados a una cultura de infancia, etc.). Respondiendo al tema de la salud y los contagios que se ha planteado más arriba, las familias deberían sensibilizarse como resultado de ponerse en el lugar de potenciales contagiados pero también de potenciales transmisores de enfermedad. Cuando concurre este segundo caso se angustian al no tener con quien dejar a su criatura y tratan frecuentemente de que se lo acepten en el centro, incluso a veces a costa de mentir sobre su estado real. Para exigir las “duras” hay que saber estar a las “maduras”desde una responsabilidad ciudadana de la que quiero beneficiarme pero a la que también he de contribuir. Pero,... ¿Y EN CASA? Cuando la alernativa es que la madre o el padre pueden pedir un tiempo sabático suplementario a las bajas maternales y parentales la solución puede ser, en principio, excelente. En este caso sería el mundo laboral el que debería asumir su parte de responsabilidad en el desarrollo de la natalidad que necesita la sociedad, no sólo la Escuela. Sin embargo sabemos que la alternativa a la Escuela, además de opciones que están empezando a surgir y que sería preciso analizar una por una, es con frecuencia la de los abuelos y abuelas. en otros casos es la de personas sin formación alguna que se hacen cargo de la casa al tiempo que del cuidado de los niños y niñas, las más de las veces con salarios bajos , sin prestaciones sociales y, en consecuencia, sin estabilidad y sin control alguno sobre lo que sucede en la casa cuando la familia no está. ¿Es esta la mejor alternativa? No se trata pues de contraponer la mala escuela a buena casa en un discurso que con frecuencia carece de un análisis global y que tiene consecuencias populistas y a veces regresivas porque tiende a resucitar viejos prejuicios sobre la crianza infantil. Debería analizarse, en cada caso, las condiciones y concluir que las Administraciones públicas deben ofrecer, desde una perspectiva educativa, la posibilidad de que todas las familias que lo deseen puedan llevar a sus criaturas a escuelas y colegios infantiles de calidad o que disfruten de servicios alternativos en los que todos tengan la inspección educativa y el control adecuados. Desde una perspectiva laboral, deberían aportarse soluciones alternativas para que las familias puedan tener periodos de baja y horarios razonables y compatibles con el cuidado debido a sus criaturas. Sólo con estas condiciones se podría hacer una elección real y libre a la que las familias deben seguir teniendo derecho. Tengamos cuidado con algunos discursos que están empezando a desarrollarse con fuerza y que contribuyen al desprestigio global de un servicio social, las instituciones educativas, que si bien han de mejorar notablemente no por ello son la cruz de las bondades que ocurren en las casas. Es preciso valorar al tiempo si las alternativas que hoy pasan por renovadoras tienen condiciones de calidad suficiente para poder ser una opción real y accesible. Si no es así no estaríamos más que contribuyendo a una involución con las consecuencias que ello traerá, en especial para que el Estado se sienta desligado de sus obligaciones respecto a la educación y a las condiciones laborales de sus ciudadanos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante tema de análisis y debate.
Miguel